¿Carro de quesos, tablas o en plato? 3 formas de ofrecer queso a tus clientes
¿Habías oído hablar de los carros de quesos para restaurantes? Sí, además de existir carros de bebidas, de postres o de platos calientes también los hay para presentar los diferentes tipos de quesos que ofrezcas en tu restaurante. ¿Cuándo optar por un carro de quesos y en qué ocasiones llevarlos a la mesa en tablas o platos?
Estas son las tres principales formas de ofrecerlos a tus clientes, te hablamos de las particularidades de cada una de ellas y de cómo estética y practicidad se unen en estos tres niveles de presentación. Tanto si tu restaurante se ha especializado en una gran variedad de quesos como si ocupan un lugar discreto en la carta, te interesa conocer cómo sacarles el máximo partido.
Carro de quesos: marca la diferencia
Los carritos de quesos se caracterizan por tener una plataforma superior, que tiene una campana protectora de plástico transparente; y una inferior, donde se colocan los útiles de servicio. Sobre la plataforma superior también irá un muletón y un cubre, que han de revisarse antes de cada servicio, ya que pueden mancharse fácilmente con la grasa del queso y eso producir una mala impresión en los comensales.
Los restaurantes franceses fueron los primeros en utilizarlo. Tanto en Francia como España, el queso solía ser servido por la figura del fromelier o maître du fromage, un experto en quesos que se dedicaba exclusivamente a servir el queso con el carro y a explicar las particularidades de cada variedad.
Las tendencias en los quesos
Hasta hace poco, el carro de quesos se consideraba anticuado, pero en la actualidad ha vuelto la pasión por este producto y con ella la necesidad de una buena presentación. Así, es más frecuente ver el carro de quesos en grandes eventos y en bodas, pero también en restaurantes que quieran apostar por un toque diferenciador.
¿Tipos de queso? Un carro de quesos va unido a una gran variedad de los mismos, con diferentes tipos de leche, de maduración y de sabores. Cada vez nos inclinamos más por los artesanos, destacando los de leche cruda. Como en el resto de productos gastronómicos, está en tendencia de volver al consumo de kilómetro 0, para ofrecer experiencias exclusivas propias de la localización geográfica.
¿Qué función tiene aquí el carro de queso? Antes eran puro hedonismo y se asociaban a un momento para disfrutar del queso. Pero ahora se han convertido en un instrumento pedagógico. Y es que para ofrecer una experiencia completa al cliente, hay que hablarle de la elaboración, de la historia, las características organolépticas y otros aspectos del queso que haya elegido degustar.
Cómo utilizar correctamente el carro de quesos
Se recomienda que el mantel esté siempre ligeramente húmedo para evitar que se sequen los quesos. También es importante levantar la campana protectora solo cuando se sirva el queso al comensal, para evitar la contaminación y que se expanda el olor de los quesos. Y debe estar siempre limpia.
Tablas de quesos para restaurante: sencillas y rápidas
Si no eres un especialista en quesos pero quieres sumarte a esta tendencia, te recomendamos la tabla de quesos para la presentación de este producto. Aunque no puede tener tanta variedad como el carro de quesos, sí que resulta interesante una presentación de un máximo de 6 variedades de queso, para no saturar el gusto. Se recomienda que no supere los 125 gramos.
Puedes maridarla con otros productos colocados aparte, y servirla como una tapa, un entrante o como plato principal. Coloca las variedades más suaves en los extremos y las fuertes en el centro; y recomienda al cliente que comience consumiendo los primeros, para no matar los sabores.
Plato de quesos
Esta es la opción más sencilla, pero perfecta para adecuar la presentación a la oferta de quesos que tengas en tu restaurante. Puedes variarlos según la temporada y presentarlos con divertidas formas geométricas. Y maridarlos, de nuevo, según la orientación de tu restaurante con otros productos que resulten interesantes. Infórmate sobre qué confituras, frutos secos, especias, pan, etcétera, combina con cada variedad y sorprende a tus clientes.
Como ves, decantarse por el carro de quesos, la tabla o el plato depende de las características de tu propio restaurante. Pregúntate qué buscan tus clientes, intenta averiguar qué les gusta en la presentación de tus quesos y ¡sorpréndelos!